La resistencia a la insulina conlleva una hiperglucemia crónica que es la causa de la diabetes tipo 2. Pero además, propicia una hiperinsulinemia crónica. Puesto que la hormona insulina además de ser una hormona hipoglucemiante también ejerce funciones anabólicas, un exceso crónico de la misma provoca distorsiones en el anabolismo que causan, entre otras cosas, una excesiva proliferación celular que origina o propicia enfermedades como el cáncer, el síndrome de ovario poliquístico, etc.
Evitar o revertir la resistencia a la insulina con medidas nutricionales como la dieta cetogénica y el ayuno intermitente, así como la correcta gestión de las emociones, constituye la única medida eficaz para evitar o revertir la diabetes tipo 2 (debida a la hiperglucemia) o las enfermedades causadas por distorsiones anabólicas debidas a una hiperinsulinemia crónica.